Los alumnos del Colegio San Antonio de Madrid rompen su record con un 9,09 de nota media

En San Antonio no hay laboratorio, ni aula de música. No hay tabletas ni un proyector en cada aula. El patio es una azotea donde cada día se pierde un balón. Un 98 por ciento de los alumnos son inmigrantes. Filipinos, Rumanos, Dominicanos... Bienvenidos al mejor colegio de Madrid. Una escuela concertada que sirve de modelo para toda España.

Los alumnos del Colegio San Antonio de Madrid rompen su record con un 9,09 de nota media

Nota media de 6º Primaria: 9,09
En el número 150 de la calle Bravo Murillo, en el barrio de Tetuán, se obra el milagro de los panes y los peces. Por algo la titularidad es franciscana, de la orden de los Capuchinos. En San Antonio entra un niño hablando sólo tagalo y sale graduado con las mejores notas de Madrid.
En la prueba de Conocimientos y Destrezas Indispensables (CDI) a la que se somete a todos los alumnos de 6º de Primaria de Madrid, San Antonio desmonta todos los prejuicios. En 2012, último año en que se publicaron las listas en los medios de comunicación, obtuvo una nota media de 8,23, cuando la media de la Comunidad de Madrid fue de 6,80. Quedó en el puesto 42 de 1.264 colegios, por encima de los más prestigiosos centros tanto de la red pública como de la privada.
La prueba CDI mide el nivel de lengua, matemáticas y cultura general de los alumnos de sexto. En la evaluación que se hizo el curso pasado, en 2014, los chavales de San Antonio quedaron en segunda posición en la ciudad de Madrid y rompieron su récord con una nota media de 9,09, frente al 6,99 de toda la Comunidad de Madrid.

   Prueba CDI en la Comunidad de Madrid

 

2008-09

2009-10

2010-11

2011-12

2012-13

2013-14

  COLEGIO S. ANTONIO

5,83

7,85

8,80

8,23

8,71

9,09

  CAM

5,47

6,61

6,70

6,69

7,75

6,99


1-Escolanía, inmigración y benefactores...

San Antonio fue fundado en 1948 como colegio-escolanía, bajo la titularidad de los Capuchinos y en una zona especialmente deprimida en la posguerra. Entre sus primeros alumnos cantores, bajo la batuta del añorado Padre Esteban, figura un niño llamado Miguel Rafael Martos Sánchez, al que todos conocemos hoy como cantante Raphael. Funcionó como escuela unitaria hasta 1970, en que se constituyó como centro EGB y Preescolar. Con la reforma de la LOGSE, en los años 90 pasó a impartir Infantil y Primaria, con una sola clase por curso.
Es un colegio pequeño, con 185 alumnos, pero muy diverso. Conviven 18 nacionalidades y sólo hay tres alumnos de origen español. Todos los demás, hasta un 98,30%, son dominicanos, filipinos, ecuatorianos, marroquíes, bangladeshíes, rumanos, chinos, cameruneses... Budistas, musulmanes, católicos, todos bajo el mismo techo y sin problemas de convivencia.

Benefactores
La escolanía atrajo a numerosas familias de esta barriada del norte de Madrid que se beneficiaron de las donaciones de la condesa de Gavia, primera benefactora de San Antonio en los años 40. Hoy el testigo lo han tomado organizaciones como Ayuda en Acción y el Club Rotario, así como la Junta Municipal de Tetuán, consciente de la labor docente y social del centro. La ayuda externa permite que los alumnos de San Antonio pasen por ejemplo una revisión ocular y buco-dental gratuita y que cuarenta de los chavales hayan recibido algún tratamiento dental sin coste alguno. El comedor es gratuito, gracias a las becas y las ayudas de los benefactores, y el coro que acaban de reabrir también está patrocinado por Ayuda en Acción.
El coro, origen del colegio, ha vuelto este curso de la mano de Nuria Fernández Herranz. "Tenemos la convicción de que la música, y en concreto la coral, suscita valores de esfuerzo, de solidaridad, de compromiso, valores humanos muy profundos que están en el niño pero que hay que desarrollar", explica Luis Peña. Ensayan dos días a la semana, después de la hora de comedor.
Los libros son también gratuitos, y en ocasiones también el uniforme. La Institución Teresiana aporta también su grano de arena: ofrecen clases extraescolares de refuerzo, a la que asisten la mayor parte de los alumnos entre las 17 y las 18 horas, y son gratuitas para las familias. La Asociación Cooperación Social, por su parte, se ocupa de unos 40 chavales todos los sábados, a los que lleva a hacer actividades lúdicas a otros centros.

2-La clave es la atención personalizada.

La clave es la atención personalizada, explica Luis Peña, el director. "Aquí no se nos escapa ningún chaval". Se diseña un plan de acogida para cada niño nuevo que entra, se le hace una evaluación inicial para ver en qué curso se le matricula (a veces vienen con un nivel que obliga a bajarlos de curso) y se le asigna un compañero que lo introduce en el grupo. "Hay una buena acogida, un respeto", subraya Peña, padre capuchino de 73 años. Es frecuente, aunque ahora menos, por la crisis, que los niños aterricen en España a mitad de curso. La mayoría elige el centro "por el boca a boca", se van recomendando las familias unas a otras porque saben que la educación es buena, que es totalmente gratuita, que hay ayudas sociales y el ambiente es sano y pacífico. "Todo es muy franciscano, muy cordial, así que se sienten como en su casa", dice el director.

El colegio cuenta con aulas de compensación, orientador, pedagogía terapéutica y trabajadora social. Pero lo principal es la apuesta por la relación entre profesor y alumno. "Es una educación muy personalizada e individualizada, donde la inteligencia emocional juega un papel muy fuerte", explica Peña. Se introducen las nuevas tecnologías de forma moderada, tanto por falta de presupuesto como por motivos pedagógicos: "No se puede olvidar la mano del profesor. Los sistemas son un andamiaje. Lo que saca adelante la educación es el profesor que se dedica íntegramente a sus alumnos". Y aquí el profesorado está muy motivado. "Lo que podemos ofrecer son buenos resultados, no puedo ofrecer instalaciones, actividades extraescolares, hípica...".
Anteriormente, cuando los niños llegaban sin hablar nada de español, el sistema obligaba a escolarizarlos en aulas de enlace, pero éstas han desaparecido en Madrid y el colegio debe asumir esa tarea, algo que era muy habitual con los niños filipinos que sólo hablaban tagalo. "Si son pequeños, no tardan en coger lo mínimo -asegura Luis Peña-, incluso aprenden como hacer de interpretes con los padres".
¿Por qué San Antonio se llenó de inmigrantes? Hay que retrotraerse a la mitad de la década de los 90, con el "boom" de la inmigración hacia España y la caída de la natalidad en el país. A partir de ese momento, la curva ascendente del alumnado extranjero no ha dejado de crecer. Luis llegó como director a San Antonio en 2002 y ya entonces el porcentaje era del 60 o el 70%. No hace falta consultar las estadísticas. La hilera de orlas que adornan el pasillo son la mejor muestra de la evolución demográfica del centro.

3-El problema está fuera, no dentro de la escuela.

La convivencia dentro de la escuela es modélica, el problema empieza de puertas afuera. Los niños proceden de familias con graves carencias materiales y culturales. El choque cultural es fuerte, reconoce el director, por lo que es una tarea tan relevante como difícil introducir en los chavales los valores fundamentales. Las jornadas de interculturalidad que organizan cada año acostumbran a las familias a compartir espacios y vivencias con todas las nacionalidades, pero cuando vuelven a sus casas la separación sigue vigente. Apenas hay absentismo escolar, gracias al trabajo conjunto de profesores, orientadores y trabajadora social, así como de los agentes tutores, y han conseguida moderar el impacto sobre los niños de las bandas latinas que actuaban por el barrio.
Lamentablemente son niños, por su procedencia sociocultural, cuyos padres no piensan que deban prolongar la escolarización en la universidad, pese a sus buenas notas. Normalmente siguen la Secundaria en el centro Padre Piquer, conocido por su pedagogía innovadora, así como en el Divina Pastora.
La labor de Laura, la trabajadora social, es vital. Está todas las mañanas de 9 a 13h. Contratada por el colegio gracias a una concesión de la administración, sabe que el problema que hay es la falta de dinero. Gestiona ayudas, busca patrocinios, da la voz de alerta a los servicios sociales, informa sobre becas a las familias... Todo desde un estudio individualizado y pormenorizado de cada familia para conocer las necesidades reales, cuáles son sus redes familiares, sus recursos. Hay tres grados de necesidad: verde, naranja y rojo. Unas 30 familias se encuentran en este nivel de máxima alerta. Ninguna de las 130 familias que han pedido ayuda en San Antonio, por ejemplo, alcanza unos ingresos de más de 2.000 euros mensuales.

"Si salen adelante las familias es porque funciona la solidaridad", explica Lauda. Esa solidaridad ha permitido, por ejemplo, que en el comedor, donde sólo 40 niños comían gratis, ahora lo hagan 120. En San Antonio se viven situaciones muy complicadas, asociadas a la cárcel, al maltrato en el hogar. Eso hace aún más importante la tarea formativa del centro, que debe ser "un referente educativo serio", subraya Laura, que este año, entre otras cosas, ha ofrecido talleres de habilidades sociales a los padres desempleados de larga duración. Una docena de padres ha recibido sesiones de "coaching" para mejorar su marca personal, aumentar su autoestima, "saber venderse" para encontrar un trabajo. Son hombres que han perdido la autoestima, que sienten que son inútiles en la familia, "cuya dignidad ha sufrido un mazazo brutal". San Antonio, escuela de padres.

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