Terremoto en Ecuador ¿Qué ha ocurrido?

El día 16 de abril, sábado, a las 18:58, ya anocheciendo, ocurrió un terremoto de intensidad 7.8 en la escala de Ritcher. Se sintió en todo el litoral y en la zona central de los Andes de Ecuador. Fue inusitadamente largo: algo más de un minuto; producto del choque de una placa tectónica que golpeó la costa ecuatoriana en la parte cercana a la superficie; por eso fue tan destructor.

Terremoto en Ecuador ¿Qué ha ocurrido?

La destrucción fue inimaginable. Las ciudades del Litoral centro-norte ecuatoriano, sufrieron la caída de casi el 80% de los edificios. Se fue la luz, se destruyeron los conductos de agua potable, se perdió todo medio de comunicación y varias carreteras quedaron cortadas.

El gobierno envió 10.000 soldados y 4.500 policías para garantizar el orden y la seguridad. La solidaridad del pueblo ecuatoriano fue extraordinaria e inmediata, así como la organización de ayuda, tanto que el secretario general de la ONU, las ha elogiado públicamente. Varias organizaciones canalizan y distribuyen todas las ayudas.

Las prioridades se han centrado en el rescate de sobrevivientes y en la distribución de alimentos. La ayuda solidaria de las poblaciones menos afectadas, no se ha hecho esperar  en agua, víveres, ropa, medicina y otros enseres. La ayuda internacional llegó con presteza, tanto en la donación de alimentos como en técnicos especializados en el rescate de víctimas venidos de España, México, Colombia y Chile. Se ha anunciado la ayuda de otros países. A la mañana del día 19 se llevan contabilizados más de 500 fallecidos. El contraste, la alegría de más de 100 personas rescatadas con vida.
El desafío aún siguen cientos de personas atrapadas en los escombros.

Los damnificados no tenían donde guarecerse porque las réplicas fueron muchas, algunas de gran intensidad. La primera noche fue horrible por la precaria comunicación y la imposibilidad de que llegase ayuda. Las peticiones de socorro eran estremecedoras. Cantidad de llamadas para saber la suerte de familiares que vivían en los lugares destruidos. Se trabajó a marchas forzadas durante la noche para restablecer en parte el fluido eléctrico y reparar las carreteras cortadas.

Con el paso de las horas fue impresionante y grato en medio del dolor ver las columnas de camiones con agua, víveres y maquinaria pesada. En medio del dolor emergía la solidaridad como rayo de esperanza en medio del desconcierto. 


P. Rodolfo Erburu
Misionero Capuchino en Ecuador

 

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