Educación emocional y valores franciscanos

No hay separación de mente y emociones; las emociones, pensamientos y aprendizaje están relacionados
Eric Jensen

Educación emocional y valores franciscanos

Los centros educativos con el ideario y carisma cristiano-franciscano de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos compartimos la preocupación por trabajar el aspecto emocional junto al resto de los objetivos pedagógicos. Nuestra línea de actuación pedagógica trata de trabajar las competencias emocionales junto con nuestros valores franciscanos para promover una formación integral de nuestro alumnado. 

 

Las competencias emocionales de reconocimiento de emociones, autoestima, autorregulación, motivación, asertividad y empatía a través del aprendizaje de un optimismo inteligente, encuentran un paralelismo más que evidente con los valores franciscanos de sencillez, amor, justicia, responsabilidad, paz, alegría, lealtad, fraternidad y respeto. 

La sencillez franciscana es el valor que nos permite no juzgar, ser sincero y coherente con lo que sentimos y aceptar a los demás. Para todo ello es imprescindible reconocer nuestras propias emociones y desarrollar sentimientos, pensamientos y conductas en aras de la sencillez.

El amor franciscano nos pone al servicio de los demás, no con discursos sino con obras. Para poder amar a los demás es necesario empezar por el propio auto-conocimiento y auto-valoración personal, tener una adecuada autoestima.

El valor de la responsabilidad para poder actuar libremente, teniendo en cuenta las consecuencias de nuestros actos, con la motivación de haber elegido de forma inteligente, utilizando nuestras emociones para lograr cambios positivos en nuestra vida, logrando metas y sorteando obstáculos. 

La paz franciscana, es uno de nuestros valores centrales. Está presente en nuestro saludo franciscano “PAZ y BIEN”, la relacionamos con el autocontrol, con  la capacidad de no dejarnos llevar por las emociones negativas y responder mediante conductas que no causen daño (físico o emocional) a los demás o a sí mismo. 

Los valores de lealtad, justicia, fraternidad y respeto se relacionan con las competencias emocionales en cuanto que favorecen la capacidad de mantener buenas relaciones con otras personas. Habilidades como la empatía, la asertividad, la capacidad de resolución de conflictos, la comunicación positiva, la habilidad de trabajo en equipo, son algunas de las que intentamos trabajar desde nuestros centros.

Y por último, la alegría franciscana, uno de los más importantes valores de la concepción franciscana de la vida, que parte de la simplicidad, la emotividad y la espontaneidad, se relacionaría con la capacidad de percibir la vida desde un punto de vista positivo a pesar de las dificultades, permitiéndonos avanzar desde un optimismo inteligente, centrándonos en las soluciones en lugar de hacerlo en las dificultades.

Colegio San Antonio de Padua (Zaragoza)

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