Juan Rafael. Peripatético 2019-2022

Claustro abierto capuchinos, dentro de su programa dedicado a las artes plásticas, acoge este verano una exposición de pintura de Juan Rafael (León, 1968), «Peripatético 2019-2022», en la que el artista leonés exhibe una pequeña selección del trabajo realizado en los tres últimos años.

Juan Rafael. Peripatético 2019-2022


La muestra se inaugura el viernes 1 de julio, a las 19 horas, y se podrá contemplar hasta el 30 agosto. 
Horario de visitas: lunes a viernes de 17:00 a 19:30 horas; sábados de 18:00 a 20:00h, y domingos de 11:30 a 13:30 horas.

Juan Rafael, que tras su última gran exposición, «Bosques, libretas y otros cuadros» (2019), no ha dejado de pintar y experimentar, inició hace casi tres años una nueva línea de trabajo, de la que son buena muestra estas obras. Sin dejar de profundizar en la abstracción lírica, el artista leonés ha retornado de alguna manera al gesto expresionista de su primera época, pero con mayor libertad si cabe, logrando obras impactantes llenas de texturas, contrastes y sugerencias narrativas.

 



El título de la muestra, «Peripatético 2019-2022», hace referencia a la escuela filosófica fundada por Aristóteles en la antigua Grecia, ubicada junto a un jardín por el que, según la tradición, el maestro paseaba con sus discípulos y reflexionaba sobre la vida. [La palabra deriva del latín peripateticus, y este del griego pe??pat?t???? peripatetikós, «que pasea» o «que da vueltas», y por ello los discípulos de Aristóteles recibieron el nombre de «peripatéticos».] Y esa es la intención del pintor con esta miscelánea concebida «para pasear y pensar este verano», aprovechando el maravilloso claustro del convento que los hermanos franciscanos han abierto a la ciudad.

«Peripatético 2019-2022» es, por tanto, una exposición que busca no solo ser mirada, sino también ser pensada y paseada de una manera contemplativa, natural, dejándose llevar por los insondables caminos de la abstracción, navegando por territorios insospechados. 

Y aunque sus cuadros no tengan título, significativos resultan los pequeños enunciados con los que el artista ha ido mostrando algunos de ellos en sus redes sociales: «Navegando en los mares de la complejidad», «Sorpresa de primavera», «Ya la nave va», «A vueltas con lo imposible o increíble», «La montaña de los sueños olvidados», «Para perderse»…

Juan Rafael Álvarez (León, 1968) estudió Bellas Artes en la Universidad de Salamanca y forma parte de la generación de artistas que eclosionó en León a principios de los 90, emergentes gracias a la labor de la galería Tráfico de Arte, gestionada por Carlos de la Varga, y de críticos como Javier Hernando Carrasco o José Gómez Isla. Así, en la última década del siglo XX participó en exposiciones tan representativas como «León punto y aparte. La nueva escena artística» (Sala Provincia, 1995), «Las nuevas vías de la abstracción» (Sala Provincia, 1997) o la «Bienal de Maia. Arte jovem» (Maia, Oporto, 1997).

Sin abandonar nunca la pintura —desde 1993 ha colgado sus obras en un buen número de muestras individuales y colectivas—, este artista leonés se gana la vida trabajando como freelance en diferentes terrenos vinculados a la imagen (diseño gráfico, fotografía, cartelismo, muralismo, decoración, escenografía, acabados pictóricos o escaparatismo). En ocasiones firma como Rafa Murciego algunos de esos trabajos que no tienen que ver directamente con la pintura.
Entre sus grandes exposiciones individuales destacan: «Huellas de escritura» (Sala Lucio Muñoz. Delegación territorial de la Junta de Castilla y León. León, 1997), «Pinturas» (La Fábrica-Arte Contemporáneo. Abarca de Campos, Palencia, 1998), «Pinturas» (Galería La Casa del Siglo XV. Segovia, 1999), «Naturaleza plástica» (El Albéitar. Universidad de León, 2007) y, entre las más recientes, «Bosques» (Galería Ármaga, León, 2016), y «Bosques, libretas y otros cuadros» (El Albéitar, en León; y galería Dosmilvacas, La Mirada Viajera y salas del campus universitario en Ponferrada, 2019).

Sobre esta última exposición extraemos un fragmento de un texto escrito por el poeta y novelista Tomás Sánchez Santiago:
«(…) Con una voluntad de reiteración tan admirable como necesaria, Juan Rafael vuelve a asomarse al mundo público –él, habitante convocado por las sombras– para poblar de nuevo el espacio de un lenguaje personal que incluye, como un álbum de insinuaciones, todo lo que puede caber en lo entrevisto, esa realidad que no pertenece a la visibilidad. Como si huyera de esa expresión común («a primera vista», tan lijada ya por el uso), el artista insiste en su pintura en pos de esa orografía material tan suya en la que vetas, incisiones, signos reticulares, manchas, siluetas y raspaduras introducen a quien mira con calma en la ley embarullada de la profundidad, ese espacio vital donde la vulnerabilidad es el estado natural de cuanto existe. Entrar, así, en los cuadros de la serie «Bosques» es, efectivamente, penetrar con la mirada y con la conciencia en un interior espacio representado entre ocultaciones y desvelamientos. (…)»

 
Raquel Ordoñez 

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