Jornadas de estudios franciscanos en ESEF

La Escuela Superior de Estudios Franciscanos de Madrid-El Pardo organizó, los días 17 y 18 de noviembre de 2014, unas Jornadas de Estudios Franciscanos con el tema “Los estudios de las fuentes franciscanas en la actualidad: nuevas hermenéuticas, nueva espiritualidad”.

Jornadas de estudios franciscanos en ESEF

La Escuela Superior de Estudios Franciscanos de Madrid-El Pardo organizó, los días 17 y 18 de noviembre de 2014, unas Jornadas de Estudios Franciscanos con el tema “Los estudios de las fuentes franciscanas en la actualidad: nuevas hermenéuticas, nueva espiritualidad”.  Esta nueva iniciativa de la Escuela estaba dirigida, primera y principalmente, a profesores y estudiosos del Franciscanismo en el ámbito geográfico de la Península Ibérica, con el objetivo de formarnos juntos y poder crear un espacio de reflexión y trabajo compartido entorno a la espiritualidad franciscana. Han participado 25 personas, provenientes de diferentes lugares (Burgos, Arenas de san Pedro, Vitoria-Gasteiz, Braga…) y centros de estudios (Murcia, Barcelona, Salamanca, Madrid...).

Así mismo, otro de los objetivos de estas Jornadas era el acercar hasta nosotros a los grandes especialistas actuales en los estudios franciscanos. El profesor invitado ha sido Pietro Maranesi, hermano menor capuchino, uno de los más reconocidos investigadores del momento. Es doctor en Teología dogmática por la universidad Gregoriana de Roma; trabajó durante más de catorce años en el instituto Histórico de los Capuchinos; y actualmente es docente en el Instituto Franciscano de Espiritualidad de la P. U. Antonianum (Roma) y en el Instituto Teológico de Asís. Entre sus numerosas e importantes publicaciones, destacan: Facere misericordiam. La conversione di Fancesco d’Assisi: confronto critico tra il Testamento e le Biografie (2007), sobre la conversión; L’eredità di frate Francesco. Lettura storico-critica del Testamento (2009), sobre el Testamento; y Fate attenzione, fratelli! (2014) sobre las Admoniciones.

El profesor Maranesi ha centrado sus reflexiones y su exposición en tres grandes aspectos de la experiencia espiritual de san Francisco: la conversión, el proceso de redacción de las Reglas y la muerte, fijando su atención en la distinta interpretación que de ellos aparece en las Biografías y Escritos. En este acercamiento hermenéutico, el profesor ha puesto el acento en las intenciones del redactor, el contexto de redacción y la experiencia vivida por las primeras generaciones de frailes.

Respecto a la conversión de Francisco, Maranesi resalta que, en el Testamento, el punto di partenza de la vocación de Francisco está en la experiencia con los leprosos, el hacer misericordia, dar el corazón gratuitamente y en plano de igualdad: “el Señor me condujo entre ellos”. Esto marca la identidad del grupo y la dirección carismática. En las biografías, sobretodo Buenaventura, el punto de partida se desplaza al encuentro con el crucifijo de san Damián, remarcando la excepcionalidad de la experiencia mística que le califica como santo de Dios, caballero de Cristo, miles Christi, llamado a reformar la Iglesia. Desplazamiento éste justificado, según nuestro profesor, por las dificultades de reconocimiento de los menores en tiempo de Buenaventura y la necesidad de mostrar la posesión de un santo que ha tenido experiencia directa de Dios.

En el tema de las Reglas hay que tener en cuenta que la Regla no Bulada (1210- 1221) más exhortativa, espiritual y llena de textos evangélicos, pasa de 24 capítulos a 12 en la Regla Bulada que, por motivo de la aprobación de la Iglesia, debe ser más concreta, clara y jurídica. Un aspecto importante resaltado por el profesor Maranesi es que entre Francisco y el cardenal Ugolino había una gran amistad, que el cardenal fue escogido por Francisco para acompañar a la Orden, y que entre los dos, en mutuo dialogo, redactan y adaptan la segunda Regla de cara a que pueda tener el valor jurídico pedido por la Iglesia. Es remarcable que, a pesar de que Francisco acepta modificaciones razonables, su mano permanece presente en el texto subrayando firmemente los rasgos carismáticos de su ideal, y en algunos casos como el capítulo 10, texto central, prevalece la mano de Francisco desapareciendo por completo el lápiz de Ugolino.

En general, el ambiente de la Primera Regla es más circular e igualitario respecto a la relación entre los hermanos y en la segunda es más vertical, como en el capítulo donde se habla de la relación del ministro con sus hermanos: “los ministros y siervos visiten frecuentemente y exhórtenlos y confórtenlos espiritualmente” (Rnb 4,2) que se convierte en :”visiten y amonesten y corríjanlos humilde y caritativamente” (Rb 10,1). Aquí se ve claramente como Francisco ha accedido a introducir el “corríjanlos” pero ha añadido el “humilde y caritativamente” para mantener el espíritu. También se nota un cambio de lenguaje como cuando se cambia el término “mis benditos hermanos” (Rnb 4,3) por el de “los hermanos que son súbditos” (Rb 10,2), seguramente para adaptarse al lenguaje jurídico del derecho canónico. Del tono de exhortación y sugerencia más fraterno de la Primera Regla: “Guardémonos, todos los hermanos de toda soberbia y vanagloria” (Rnb 17,9), se pasa a otro, en primera persona: “Amonesto y exhorto a todos los hermanos que se guarden de toda soberbia, vanagloria…” (Rb 10,7) más imperativo. Aunque Francisco haya aceptado notables cambios, en la Regla definitiva se mantiene su nervio y su personalidad, teniendo en cuenta además que, como afirma C. Paolazzi, Francisco, aunque dicte sus escritos, los revisa y tiene un estricto control sobre la precisión y el sentido de sus palabras.

Generalmente se suprime de la Regla no bulada toda exhortación espiritual o recomendación de actitudes y la mayoría de textos bíblicos, dejando términos claros, objetivos y que se puedan comprobar. Aunque en algún caso se mantienen admoniciones de tipo espiritual en la segunda Regla: “Y deben evitar airarse y turbarse por el pecado de alguno, porque la ira y la turbación impiden en sí y en otros la caridad” (Rb 7,3). En algunos casos como en Rnb 16 (los que van entre sarracenos) se suprime totalmente el párrafo, quizá porque evangelizar “sometidos a toda criatura por Dios”, compartiendo la suerte era demasiado revolucionario o porque  anunciar la palabra de Dios “cuando agradará al Señor” es poco regulable, o quizá porque la idea de evangelización de Ugolino es muy distinta de la de Francisco, y para evitar la confrontación no se pone nada… El hecho es que en el paralelo de la Regla Bulada Francisco sólo exhorta a que la predicación sea “ponderada y pura, a utilidad y edificación del pueblo, anunciándoles los vicios y las virtudes” (Rb 9,3).

En los trabajos de grupo se han analizado diversos fragmentos de las Reglas colocados de forma sinóptica para mejor captar supresiones y añadidos, tratando de discernir los motivos que subyacen en tales cambios.

Respecto a la muerte de Francisco, Maranesi remarca las grandes diferencias entre las biografías: parecen presentarnos dos maneras diferentes de morir, la del hombre y la del héroe. Por un lado, la Leyenda de Perusa muestra a Francisco en la casa del obispo cantando, diciéndole al médico “bienvenida la hermana muerte”, pidiendo que le canten el Cantico de las Criaturas para que le den consuelo o llamando a Fra Jacoba para que le traiga un vestido y aquellos pastelillos que tanto le gustaban (99-100); muestra a un hombre que necesita compañía y consuelo. Por otro lado, san Buenaventura nos presenta la muerte de un héroe: desnudo sobre la tierra desnuda (Lm 7,3), bendiciendo a los frailes (Lm 7,4), leyendo a Juan 17 (Lm 7,5)…, son los gestos del santo íntegro y transfigurado que se despide y da a sus hermanos las últimas recomendaciones. Su muerte se convierte en una auténtica liturgia presidida por él. Como los objetivos de inicio son diferentes, las direcciones narrativas son diversas.

A lo largo de estas Jornadas, el profesor Pietro Maranesi ha querido ofrecer una nueva perspectiva historiográfica. La interpretación crítica de los textos franciscanos puede ofrecer un nuevo horizonte o punto de encuentro entre un hombre, Francisco, y un yo actual. El encuentro, señalaba Maranesi, pasa a través del texto, insistiendo en la idea de que debemos reconstruir desde el Santo al hombre para poder encontrarme yo en mi historia, a través de la historia de Francisco. Las metáforas de “madre” y “siervo”, explicó el profesor, nos deben servir para reconstruir nuestras relaciones fraternas hoy en día. Concluyó las Jornadas interpelando a los asistentes sobre la importancia de atender a una auténtica identidad franciscana tomando como referencia el mismo proceso de transformación de Francisco (frate-peregrino-forastero). “La identidad se construye por los otros”, señaló Maranesi, “los otros te dicen lo que eres”.

En los diálogos finales en el aula han sobresalido los grandes temas de la hermenéutica, el debido respeto al sentido querido por el autor, la comunidad a la que va dirigido el texto, su aplicación a la actualidad… Gran parte de los asistentes al curso, mostraron su inquietud por querer acercarse a nuevas formas de lectura e interpretación de las fuentes y escritos que permitan al franciscano de hoy descubrir una nueva perspectiva desde la que leer su propia experiencia de fraternidad. En conjunto, unas jornadas de gran interés académico y una experiencia de diálogo y compartir fraterno que merece ser repetida.

Josep Manuel Vallejo
Araceli Ballesteros

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