Entrevista a San Francisco de Asís

Entrevista a San Francisco de Asís

ENTREVISTA A SAN FRANCISCO DE ASÍS.
RASGOS DE UN SANTO ECOLOGISTA.

Cuando el cineasta Franco Zefirelli pensó en presentar en la pantalla la vida de San Francisco de Asís, afortunadamente la tituló «Hermano Sol, Hermana Luna». Título cuajado de poesía y de ternura, que refleja uno de los rasgos más característicos de la vida de Francisco: Su hermandad con todos los seres de la creación.

Hoy existe un fuerte movimiento ecologista que pretende un retomo a la naturaleza, un encuentro con el campo, los mares, los ríos y la vida más sencilla. Quizás sea todo esto expresión de un cansancio por lo artificial y de una necesidad por la vuelta al mundo natural. Todo esto es bueno y hay que potenciarlo. Y aquí tenemos el testimonio de Francisco de Asís. No olvidemos que el Papa Juan Pablo II declaró, el 29 de noviembre de 1979, Patrono de los ecologistas a este gran Santo.

 

 

Francisco. Háblanos de tu amor por la naturaleza. 

La revelación bíblica nos enseña a ver todo el mundo como obra del amor creador de Dios. Este será el mensaje del cristianismo: «Todo lo que Dios ha creado es bueno». Para mí todas las criaturas de la tierra son manifestación del poder de Dios, de su sabiduría, de su belleza, de su amor. Y por eso las amo.

Me siento un poeta romántico y sentimental que canto a la naturaleza. Soy un enamorado de Dios y bendigo al Creador por todas las maravillas de la tierra. Me siento rebosante de inefable gozo considerando la sabiduría, el orden, la bondad del Creador en cada criatura. 
El sol, la luna, las estrellas, el firmamento, los animales... todos son mis Hermanos, y por ello alabo y canto; "Loado seas mi Señor por el hermano sol, la hermana luna y las estrellas, la hermana agua y el hermano fuego...".

Mi vida es pasión hacia los seres de la creación. "Y si ves un gusano en el camino, ¿no lo recoges para que no sea pisoteado? Es vida y la vida requiere respeto y amor. Doy flores y miel a las abejas. Démosles frutos y vino para que no mueran de hambre. Cada huerto debe tener un espacio para cultivar plantas que den fragancia y flores". 

Mis Hermanos, debéis saber que si necesitáis leña nunca hay que cortar todo el árbol. Si dejamos la base, la naturaleza es sabia y sabrá cómo hacer para que de su tronco aparentemente muerto nazcan nuevos brotes que den lugar a frondosos bosques. 

Y el agua, esa criatura útil, preciosa y casta, no la derrames que la pueden pisar y a todo da vida. Antes bien protégela para que beban los gorriones, crezcan fuertes las plantas y vista la naturaleza de un manto verde. Así la conocí yo y así quiero que a mi partir la disfruten todos mis hermanos. Debemos pensar en qué lugar ocupamos en el mundo. El verdadero bienestar del ser humano sólo se consigue cuando existe bienestar en todas las cosas que nos rodean. 

En la belleza de la creación, siempre verás la obra de Dios. Ya conoces el Salmo del rey David; "¡Cuán innumerables son tus obras oh Jehová!. Hiciste todas ellas con sabiduría; La tierra está llena de tus beneficios. 

Se cuenta que en cierta ocasión se te vio hablando con pájaros. ¿Qué hay de cierto en esto? ¿Te tomarían por un loco?

Jajaja... un poco loco o quizás muy loco. Pero... ¿Acaso no tiene sentido enloquecer ante las maravillas con las que el Señor ha regalado nuestra vista?. Pero sí, es cierto, déjame que te cuente cómo ocurrió aquella experiencia. En cierta ocasión andaba de misión con dos Hermanos, Maseo y Ángel cuando atrajo nuestra atención una gigantesca población de pájaros de todos los tamaños y colores posados en las ramas de unos hermosos árboles que marcaban nuestro camino. Sentí que esperaban escuchar unas palabras y así me dirigí a las aves de aquel campo. Éstas se acercaron. Eran tantas que muchas estaban pegadas a mi hábito. Se hizo el silencio y las palabras brotaron solas desde mi corazón.

¡Carísimos hermanos pájaros! Mucho debéis vosotros a Dios, y es menester que siempre y en todas partes les alabéis y bendigáis: he aquí que os ha dado esas alas, con que medís y cruzáis en todas direcciones el espacio. Él os ha adornado con ese manto de mil y mil colores lindos y delicados. Él cuida solícito de vuestro sustento, sin que vosotros tengáis que sembrar ni cosechar, y apaga vuestra sed con las límpidas aguas de los arroyuelos del bosque, y puso en vuestras gargantas argentinas voces con que llenáis los aires de dulcísimas armonías. Y para vosotros, para vuestro abrigo y recreo, levantó las colinas y los montes, y aventó y suspendió las abruptas rocas. Y para que tuviéseis donde fabricar vuestros nidos, creó y riega y mantiene la enmarañada floresta. Y para que no tengáis que afanaros en hilar ni en tejer, cuida de vuestro vestido y del de vuestros hijuelos. 

¡Oh!, mucho os ama vuestro soberano Creador, cuando os colma de tantos beneficios. Guardaos, pues, oh mis amados hermanitos de serle ingratos, y pagadle siempre el tributo de alabanzas que le debéis.

Al terminar quedé maravillado. No dejaban de batir sus alas acompañadas de graciosos trinos. Inclinaban la cabeza hacia el suelo y jugaban con movimientos alegres con todo su cuerpo. Juntos alabamos al Señor y haciendo la señal de la Cruz les recordé que nunca se cansaran de bendecir al Señor.

¿Qué sentido tenía en tu tiempo la naturaleza y qué sentido tiene hoy?

En aquel entonces la naturaleza tenía un sentido peligroso y mágico a la vez. Se veían demonios en todas partes que dominaban montes, ríos, bosques y hasta ciudades. En cierta ocasión acudí a la ciudad de Arezzo para expulsar todo el mal que allí se encontraba y que quería que unos hombres se enfrentaran a sus hermanos. 

Indiqué al hermano Silvestre que acudiera presto a la puerta de la ciudad y, que desde allí y de parte de Dios todopoderoso invitara a los demonios a que abandonaran la ciudad. Dijo; "De parte de Dios y por mandato de nuestro padre Francisco, salid, demonios todos, de aquí a muy lejos". Al tiempo la ciudad volvió a la paz.

Con ejemplos similares cambió la relación del hombre con la naturaleza. Yo afirmo que ninguna criatura está presa del demonio. Todas pertenecen a Dios.

Hoy veo cómo llamáis continuamente a las puertas de lo científico y técnico, y está bien, pero el riesgo es utilizar sólo este camino que a la larga se convierte en un deseo íntimo por dominar y explotarlo todo con un apetito voraz e insaciable, creando contaminación y destruyendo a las criaturas sin piedad.
Y estos, también son demonios. Con otra forma y vestidos de largo; grandes comidas y lujos que explotan al Ser y a toda la creación en su conjunto. Es preciso que cambies de vida. Sí, tú también, todos en nuestra medida podemos expulsar a los demonios siendo más solidarios, más respetuosos con la naturaleza, enseñando a tus hijos, respetando el agua, el fuego, a los animales y me atrevo a decirte que vayas más allá del respeto. Que te maravilles ante el cielo, el sol, la luna... las hierbas, las flores... ante todo. ¿Te imaginas una naturaleza sin demonios? Una flor no necesita público para crecer y ofrecernos todo su esplendor. Simplemente florece porque ese es el compás que le dio el Creador. 

 

 

Francisco. Háblame de los principales demonios que nos deben preocupar y que no estamos sabiendo expulsar. 

Para que no se me olvide te diré antes de nada que tomes el Evangelio y lo sigas con cierta radicalidad. Verás que todas las criaturas alaban a Dios y reconocen al Creador. Salvo el hombre. El hombre es el único Ser que puede degradarse y llevar toda la Creación hacia el mal. Entonces, y a pesar de todos los movimientos ecologistas puedes comprender algunos avisos de la naturaleza. La Creación avisa muchas veces pero otro mal humano la elude; el egoísmo. Mira, te doy algunos datos;

-Los incendios. Algunos provocados. ¿Estáis locos? Los árboles te dan salud. ¿Y tú los quemas?
-Mira cuántos animales hay en peligro de extinción; ballenas, focas, osos, águilas... 
-La contaminación atmosférica, las basuras, los residuos químicos que contaminan el agua... 

Vive tu vida como un cántico a las Criaturas, y tu vida será feliz. Si amas todo lo que te ofrece la naturaleza, descubrirás que cualquier hombre es tu hermano. 

Toma la Cruz, escribe sobre las maravillas del mundo y analiza estos demonios. Verás que en tu mano también hay forma para expulsarlos. Pero no pienses ni esperes que esto es cosa de los demás. A ti también se te dio el don de luchar por los hermanos que comparten contigo la maravilla de la Creación.

Sí, ciertamente todos tenemos esa opción en nuestra mano. Creo que te refieres a no desperdiciar alimentos, a reciclar, a retirar del monte los residuos que podamos encontrar, etc... 

Así es. Y no es cuestión de grandes leyes. Eso daría resultados pasajeros. Es mejor pensar en sensibilizar, concienciar...
¿Qué mensaje te gustaría dar a nuestros lectores?

Para los lectores y en general para todos me gustaría decirte que lo que realmente vale es el amor.

Esta es una de las necesidades básicas del ser humano; amar y ser amado. No hay equilibrio posible ni madurez humana sin haber cubierto esta necesidad básica. El amor da sentido a la vida y trae consigo la felicidad. En la vida humana se puede carecer de muchas cosas, pero nunca de amor, porque sin él no se puede vivir.

Quien ama no destruye. Quien ama todo lo acaricia, lo contempla, lo cuida. Amar la naturaleza es amar a Dios y al hermano. Que también digan de ti querido lector que por aquí pasaste haciendo el bien. 

Ese debe ser tu camino. Cuando alguien pase a tu lado, ámalo. Es tu hermano. A esto debe reducirse tu esfuerzo diario, a vivir un amor verdadero, sabiendo que todo vale, si está inspirado y guiado por el amor, y que el resto no vale, por lo menos para el examen final de la propia vida, o acaso no recuerdas que a la tarde de la vida te examinarán en el amor. 

El amor no es dar cosas materiales, ni siquiera un beso o tiempo... no es dar algo, es darse a alguien por entero, pero es muy difícil amar si no encuentras en lo sencillo de la naturaleza un ejercicio continuo del que aprender. Camina hacia el campo. Siéntate frente a una flor. Observa cada minúsculo detalle de su composición. Admira su perfección. Acaricia sus pétalos. Siente su olor. Es perfecta. Así eres tú. No entra en conflicto con nada de su alrededor. Así debes ser tú. 

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