Adviento

Reflexión

Adviento
Parroquia de Valvanera.
Celebración de la alegría del perdón.
Llega nuestra alegría.
Adviento 2018.
 
1. Saludo inicial.
Buenas tardes. Paz y bien a todos. El Señor nos ha reunido para celebrar nuestra esperanza, para acoger el amor de Dios que nos salva y nos perdona en la medida, al menos, en que seamos capaces de acoger ese amor y ese perdón que Él nos ofrece, a nosotros, cada uno, y a todos los que formamos parte de esta comunidad de valvanera. Nuestra vida es compartida, nuestra salvación también. Por eso el perdón quiere ser comunitario. Queremos aprender a acogernos unos a otros. Damos perdón y recibimos perdón. Dios cercano y compañero, Dios sencillo, Dios hermano. Descúbrenos tu presencia, ayúdanos a recorrer el camino de la conversión. Necesitamos abandonar toda seguridad para empezar de nuevo. Cambia nuestra mirada… abre nuestros oídos… despierta nuestra mente…enséñanos a contemplarte, para responder a tu llamada y vivir la fe y el perdón, en la vida de todos los días. Hoy en comunidad, esperamos la vida que nace de Tú perdón. Agradeciéndote que estés ya entre nosotros, comenzamos cantando.
 
2. Canto de entrada.

3. Saludo del presidente.
En el nombre del Padre y del Hijo....
Que la paz, la alegría, la fuerza y el amor de Dios estén con todos vosotros.
(Manda sentarse) Invita a rezar con confianza una hermosa frase del papa Francisco: ¡Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús!
 
Lector 1:
Tú puedes empezar de cero.
En cualquier momento.
¡De cero!
Puedes dejar atrás el pasado,
todo el pasado. Y nacer de nuevo.
 
Todos: ¡Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús!
 
Lector 2:
Te lo dice Jesús.
Te lo manda.
¡Hay que nacer de nuevo!
Murió lo viejo.
Quedó atrás para siempre.
Todo es nuevo.
Todo es gracia.
Tú puedes empezar de cero.
 
Todos: ¡Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús!
 
Lector 1:
El Espíritu sopla donde quiere
Y cuando quiere.
Está soplando ya.
Sal del escondite.
Ponte en pie en la llanura.
Y déjate derribar
¡Déjate! Tú puedes empezar de cero.
Todos: ¡Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús!
 
Lector 2:
Dios es esto: el que pone el reloj de nuestra vida
en la hora cero.
¡En cualquier momento!
¡Cuando tú lo quieras!
Tú puedes empezar de cero ahora mismo.
¿No lloras de alegría?
 
Todos: ¡Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús!
 
Todos rezamos:
Señor, Dios de nuestra tierra,
que caminas a nuestro lado mirando, acogiendo, sanando, compartiendo…
Que resplandezca tu misericordia sobre nosotros y ven a salvarnos.
Anima a esta comunidad
que quiere ser enteramente tuya.
Ven y quédate como uno más de la familia.
Danos vida nueva
y enséñanos el camino de la verdad y del amor. Amén
 
4. Palabra de Dios.
(El Presidente explica que vamos a recordar el camino de adviento escuchando unos breves textos de la Palabra de Dios que hemos compartido a lo largo de los domingos de adviento)
 
Lector 1:
Del profeta Isaías: “De las espadas forjarán arados, de las lanzas podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestran para la guerra. Caminemos a la luz del Señor
 
Lector 2:
De la carta de Pablo a los romanos: “ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer
 
Sacerdote 1:
Del evangelio de Mateo: “Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre
 
Canto
 
Lector 1:
Del libro del Génesis: “Dios dijo a la serpiente: establezco hostilidades entre ti y la mujer; entre tu estirpe y la suya: ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón
 
Lector 2:
De la carta de Pablo a los romanos: ”Que Dios fuente de toda paciencia y consuelo, os conceda estar de acuerdo entre vosotros
 
Sacerdote 2:
Del evangelio de Lucas: ”Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra
 
Canto
 
Lector 1:
Del profeta Isaías: ”Sed fuertes, no temáis. Se despegarán los ojos al ciego, los oídos al sordo se abrirán, la lengua del mudo cantará. Volverán los rescatados del Señor
 
Lector 2:
De la carta de Santiago: ”Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca
 
Sacerdote 3:
Del evangelio de Mateo: ”Id anunciad a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio”.
 
Canto
 
Lector 1:
Del profeta Isaías: “Mirad; la virgen está encinta y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa Dios con nosotros”
 
Lector 2.
De la carta de Pablo a los romanos: ”Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol escogido para anunciar el evangelio de Dios”.
 
Sacerdote 4:
Del evangelio de Mateo: “José, no tengas reparo en llevarte a maría, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque el salvará a su pueblo de los pecados
 
Canto
 
Todos rezamos:
Padre bueno,
Dios de la vida.
Tú nos ofreces tu presencia amiga
en la historia que vivimos.
Sales a nuestro encuentro
en amaneceres y atardeceres.
Tú estás siempre, Señor Dios de todos.
Escucha nuestros deseos.
Que la lámpara de nuestra vida
se mantenga encendida
para descubrir tu presencia
cuando llegues en toda circunstancia
en medio de la vida. Amén
 
5. Momento de silencio y música.

6. Examen de conciencia:
El presidente invita a revisar de manera global la vida, para ayudarnos a descubrir nuestra fragilidad. Nos mueve la confianza en este Dios amigo de la vida, esta vez desde su misericordia hecha navidad. Rezamos cada tres peticiones, con otra frase del papa: “Ayúdanos a dejarnos tocar por tu amor” 

Lector 1:
Porque no nos hemos esforzado en descubrir tu amor en todas las cosas.
Por vivir absortos por la vida material
Por preferir nuestros gustos a comprometernos con el evangelio
 
Todos: “Ayúdanos a dejarnos tocar por tu amor
 
Lector 2:
Porque no hemos guardado el debido respeto a tu nombre
Porque tenemos miedo de presentarnos como cristianos
Porque no encontramos un momento para el silencio y la oración.
 
Todos: “Ayúdanos a dejarnos tocar por tu amor
 
Lector 1:
Porque no hacemos del domingo el día del Señor
Porque nos puede la prisa y no valoramos los momentos de descanso
Por las faltas de respeto y amor en la familia
 
Todos: “Ayúdanos a dejarnos tocar por tu amor
 
Lector 2:
Por la dureza e incomprensión con los que convivo
Por que no dialogamos y comunicamos lo suficiente 
Por no esforzarme en hacer pasar buenos ratos a los míos.
 
Todos: “Ayúdanos a dejarnos tocar por tu amor
 
Lector 1:
Por el daño que hacemos a muchas personas colaborando con estructuras injustas
Por nuestras cóleras, nuestros odios, nuestras espantadas
Por no cuidar de la vida y conducir temerariamente.
 
Todos: “Ayúdanos a dejarnos tocar por tu amor
 
Lector 2:
Por nuestro ansia de bienestar y confort
Por nuestros juicios a primera vista y nuestras murmuraciones
Por aprovecharnos de personas indefensas
 
Todos: “Ayúdanos a dejarnos tocar por tu amor
 
Lector 1:
Por nuestros pecados contra la injusticia
Por dejarnos llevar de la acepción de personas
Porque tantas veces el dinero centra nuestra vida y decisiones
 
Todos: “Ayúdanos a dejarnos tocar por tu amor
 
Lector 2:
Por nuestras hipocresías y respetos humanos
Por la facilidad en juzgar a todos
Por o buscar la verdad, sino mi verdad
 
Todos: “Ayúdanos a dejarnos tocar por tu amor
 
Lector 1:
Por nuestra falta de control en distintos aspectos de la vida
Por no mirar en positivo ni con ojos limpios  a las personas
Por nuestras envidias a los que tienen más que nosotros
 
Todos: “Ayúdanos a dejarnos tocar por tu amor
 
Lector 2:
Por nuestra ansia de llenarnos de todo
Por no escuchar y acoger tu Palabra, Señor
Por vivir una fe poco alegre
 
Todos: “Ayúdanos a dejarnos tocar por tu amor
 
Lector 1:
Por no tener esperanza en el evangelio
Por no vivir tu amor
Por no comer tu Pan con el que nos invitas cada domingo
Por condenar a las personas que viven otros valores
 
Todos: “Ayúdanos a dejarnos tocar por tu amor
 
Canto
 
Todos rezamos:
Yo Confieso que estás cerca,
Estás siempre, estás esperando y no me detengo.
Respetas mi libertad,
Caminas junto a mí,
Sostienes mi vida.
Me ayudas a conocerme,
Me hablas como a un hijo,
Me animas a ser yo mismo.
Me amas con ternura,
Quieres lo mejor para mí
Me ofreces todo lo tuyo.
Confieso que eres fiel,
Eres gratuito, eres lo que necesito.
Perdóname Padre, y abrázame ya,
Como sabes y quieres. Amén.
 
7. Invitación al gesto de la confesión individual
(Insistimos en que se haga de manera sencilla y breve. Si alguna persona desea un tiempo más largo, puede contar con cualquiera de los sacerdotes a lo largo de estos días. Los sacerdotes se distribuyen)
 
8. Padrenuestro y gesto de paz. Canto.
 
9. Acción de gracias (a dos coros)
(El presidente explica que vamos a rezar dando gracias a Dios con el salmo que rezaba francisco de Asís por navidad)
 
Coro 1:
Saltad de gozo por Dios, nuestro auxilio,
aclamad al Señor, Dios vivo y verdadero,
con gritos de júbilo,
porque el Señor es excelso y terrible,
soberano de toda la tierra.
 
Coro 2:
Porque el santísimo Padre del cielo,
nuestro Rey antes de los siglos,
envió de lo alto a su amado Hijo
y nació de la bienaventurada Virgen Santa María.
Él me invocó: Tú eres mi Padre;
y yo lo nombraré mi primogénito,
más excelso que todos los reyes de la tierra.
 
Coro 1:
En aquel día envió el Señor su misericordia
y en la noche su canto.
Este es el día que hizo el Señor, saltemos de gozo
y alegrémonos en él.
Porque se nos ha dado un niño, santísimo, amado y nació
por nosotros fuera de casa y fue colocado en un pesebre,
porque no había sitio en la posada.
 
Coro 2:
Gloria al Señor Dios en las alturas, y en la tierra, retumbe
el mar y cuanto lo llena; gocen los campos y cuanto hay en ellos.
Cantadle un cántico nuevo, cantad al Señor toda la tierra.
Porque grande es el Señor y muy digno de alabanza,
más terrible que todos los dioses.
 
Todos:
Dad al Señor, familias y pueblos,
dad al Señor gloria y honor,
dad al Señor la gloria debida a su nombre.
Tomad vuestros cuerpos
y cargad con su santa cruz
y seguid hasta el fin sus santísimos preceptos.
Gloria al Padre y la Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Amén.
 
10. Saludo final y Bendición
 
11. Canto final
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