Ramón Barandalla, director del albergue capuchino de Estella

Ramón Barandalla, director del albergue capuchino de Estella

¿Quién es Ramón Barandalla?

Es difícil describirse a  uno mismo, pero vamos a intentarlo. 

Tengo 59 años, nací en Arróniz, un pequeño pueblo de Tierra Estella en Navarra. Estoy casado y tengo un hijo.

A la edad de 10 años deje el pueblo para ir a estudiar a Pamplona, al Colegio diocesano "San Miguel de Aralar", aun hoy, recuerdo las morriñas que me costó esta separación de mis padres. Los recuerdos que tengo de estos años son: el estilo de vida, la convivencia y cooperación vecinal, las visitas de mi madre a la Ermita de Mendía (una vez que había dado la cena a la familia), visitas a las que muchas veces la acompañaba y le veía rezar a la puerta de la Ermita al encontrarse esta ya cerrada, mis años de monaguillo, la alegría de juntarnos todos los hermanos en los periodos de vacaciones.

Después de acabar el Bachiller estudie Perito Mercantil y posteriormente C. Empresariales. Una vez realizado el obligado servicio militar, empezó mi andadura profesional: mi primer trabajo fue de contable para una Cooperativa Agrícola, después pase como Jefe de Administración a una empresa de semillas, posteriormente he desempeñado distintos puestos en una Entidad Bancaria (Sub-director y Director de oficina), en el año 2003 pase a desempeñar el puesto de Financiero en una empresa del sector de la construcción, hasta que en el año 2011-2012 se tuvo que hacer una "regulación de empleo" y finalmente una "suspensión de pagos", debido a la fuerte crisis financiero-económica que padecemos desde el año 2007, crisis que como muy bien dicen desde otras instancias, es también una crisis de valores, creo además que mientras no atajemos esta crisis difícilmente se dará una solución a la financiera-económica.

Hoy,  tengo el honor y privilegio de pertenecer de alguna manera a la Orden de Capuchinos, no como fraile, evidentemente, pero sí con mi estado de laico.

Siempre me he sentido creyente y practicante, es algo que desde mi familia, mis años de monaguillo, en el Colegio me han ido inculcando y, cómo no, he ido haciéndolo mío.  Esta fe, era una fe de cumplimiento de una serie de ritos/normas y un agarradero, hasta que la "Providencia" me llevo a hacer unos cursos de "Personalización de la fe" e igualmente, la "Providencia"  los ha ido acompañando por una serie de experiencias que podríamos llamarles "experiencias límite",  que han ido fortaleciendo la Palabra dada. Hoy tengo que dar gracias a Dios por este "don" que me ha dado una fe más auténtica, una fe que me permite una relación afectiva con Jesús, con Dios. Dios me ha regalado, sin yo hacer nada: un cambio de la perspectiva de la realidad, descubrir lo que es vivir de dentro hacía fuera, que la vida consiste en confiar, en dejarle a Dios hacer, la mirada al otro.....

Es que cuando la fe deja de ser ideológica, Dios es alguien viviente.

 

¿Cómo entro en contacto con los Capuchinos?

Mi contacto con los Capuchinos comienza en el año 2012, a través de una llamada telefónica que realizo al Provincial de la Orden, Padre Benjamín, para exponerle la posibilidad de hacer un Albergue para el "Camino de Santiago" en Estella (Navarra).

Es un proyecto que desde hacía años atrás me había rondado por la cabeza.  En ese momento, en el Convento de Capuchinos de Estella había cuatro frailes ya mayores y, debido a la escasez de vocaciones, era muy difícil que esta Fraternidad tuviese una continuidad en el tiempo.

¿Porque desarrollar este proyecto en un convento?

He estado en alguna ocasión en casas de religiosos y me han dado cierta paz interior, creo que esas paredes transmiten algo, quizá sea algo psicológico, pero lo cierto es que me han ayudado a  interiorizar, al estudio de la Biblia, a la oración.

Después de varias conversaciones, de distintas alternativas y , suponiendo las dudas que en un principio pudieran tener los frailes, pues para ellos era un proyecto nuevo (aunque según me comentó el Provincial, él en alguna ocasión había comentado a la Fraternidad "tenemos que hacer algo en el Camino de Santiago"), finalmente se hace realidad y en Abril de 2015 da comienzo su actividad.

¿Que actividad tiene el albergue y qué servicios ofrece?

En estos momentos los servicios que ofrece son la hospitalidad y un servicio de restaurante (comidas, cenas y desayunos).

En este año y pico de funcionamiento, creo, hemos dado un servicio diferente al que vienen dando la mayoría de los albergues existentes, acorde con los tiempos y las necesidades que el peregrino demanda, sobre todo para peregrinos a partir de 40 años. La distribución de las habitaciones, las instalaciones, etc, posibilita que cada persona elija como quiere pasar estas horas entre nosotros, si prefiere una mayor convivencia con otras personas o por el contrario estar un poco mas solitario, que le permita una búsqueda mayor de su ser persona; para ello cuenta como digo, con habitaciones más reducidas y privadas, la huerta del convento, así como la Iglesia, donde se venera a la Virgen de Rocamador, teniendo acceso las 24 horas al coro de la Iglesia.

El servicio de Restaurante lo tenemos externalizado a una joven cocinera y ella apoyada por otras personas, se preocupa de dar un  menú peregrino, desayunos y un servicio de bar con horarios acomodados al peregrino.

Los peregrinos que nos han ido visitando durante este tiempo son  de muy diversa procedencia, podría afirmar que viene gente de todo el mundo (un gran número de Italianos, Alemanes, Franceses, Irlandeses, Suecos, Brasileños, Costa Rica, Mexicanos, Japoneses, Australianos, Canadienses, también están llegando de algún país africano).

 

Cuéntanos alguna anécdota o experiencia...

Es muy difícil saber cuál es la motivación que les lleva a hacer el Camino de Santiago, lo cierto es que hay gente que repite y que mayoritariamente, a pesar del cansancio lógico que traen, vienen satisfechos de su periplo.

En este corto periodo de tiempo que llevamos atendiendo al peregrino hemos tenido algunas experiencias gratas, también alguna que otra desagradable, pero lo que cuenta es lo positivo. Recuerdo un señor francés de aproximadamente 70 - 75 años que reservó con dos meses de antelación plaza para 16 personas, cuando llegaron pude comprobar que era el abuelo con sus 15 nietos, los mayores cuidaban de los pequeños. Tuvieron un comportamiento ejemplar en las habitaciones, en el comedor (recuerdo como al acabar de cenar y desayunar todos ayudaron a recoger la mesa),  al llegar al albergue el abuelo me solicito  poder entrar en la Iglesia a dar gracias y al irse lo hicieron igualmente (rezaron un poquito y cantaron a la Virgen un Ave María).

En otra ocasión, en conversación con un señor de EEUU, me comenta que hacia el Camino para dar gracias a Dios de su matrimonio (había celebrado recientemente sus bodas de oro), que su mujer no le había podido acompañar por motivos de salud, pero que le estaba siendo muy gratificante el camino.

Otra anécdota que se me ha quedado grabada, la de un joven (aproximadamente 30 años) que hacía 15 días había muerto su padre y necesitaba este tiempo, me decía que nunca se hubiera imaginado que llegaría a hacer esto.

Existen otro tipo de peregrinos que aparentemente su objetivo es diferente (deportivo, cultural-gastronómico, aventura de cuadrilla,...), pero yo me pregunto en estos casos  ¿existen otras motivaciones más personales?, pues el esfuerzo a realizar con altas temperaturas, lluvia,..¿ les puede compensar ese objetivo aparente o por el contrario puede haber un plus? (dejemos las cosas de Dios para Dios).

Y ahora.... ¿qué planes de futuro hay?...

La rehabilitación del convento fue prácticamente en su totalidad, quedando una pequeña parte sin rehabilitar. La utilidad que le vamos dando a esta "ala" es para acoger a algún fraile que nos visita y, todos los años nos acompaña un hermano con postulantes de la Orden. Tratamos de darles la mejor acogida que podemos y al mismo tiempo desde aquí  les agradecemos su colaboración y su grata compañía.

Esta parte del convento, hoy de uso personal, la idea es rehabilitarla y poder darle una utilización mayor, así como la posibilidad de poder ofrecer algún servicio complementario aún mas social, asunto que habrá que estudiar con la Comunidad Capuchina.

Hemos comentado que los servicios que damos son de acogida (hospitalidad) y un servicio de restaurante.  Quisiéramos ampliar nuestra colaboración con el Camino y poder ofrecer con el tiempo actividades culturales, como alguna exposición, conciertos y como no, algún momento de reflexión u oración, sería muy bueno que llegásemos a ser un referente en el Camino a Santiago.

En estos momentos, cada domingo, así como en Semana Santa hay celebración de la Eucaristía, para ello se desplaza un fraile para presidir estas celebraciones a las que acuden vecinos/as (que se preocupan de que la iglesia este en perfecto estado )  y, por supuesto todo el peregrino que lo desee.

¿Qué argumentos ofrecerías a los lectores para que visitaran el albergue?

Como ya venimos apuntando a lo largo de la entrevista, tratamos de dar un servicio más acorde a los tiempos y a la demanda existente hoy en día,  creo que lo vamos consiguiendo, ya que vamos constatando en esta segunda temporada, como el peregrino busca nuestro albergue porque se lo han recomendado, va haciéndose una publicidad de boca a boca, pues no hemos hecho ningún tipo de publicidad a excepción de la página web que existe (www.alberguescapuchinos.org).

Hay peregrinos que nos han visitado de nuevo e incluso algún peregrino ha venido después de acabar el Camino para quedarse por aquí unos días.

¿Que ofrecemos?:

-Habitaciones de distintos tipos y precios, habitaciones con baño incluido o con baños a compartir, habitaciones reducidas en las que puedan pernoctar toda la familia ( se ha dado en bastantes ocasiones la visita de padres con dos o tres hijos pequeños).

-Unas instalaciones modernas, sencillas, limpias dentro de un inmueble que como ya he comentado dice algo, transmite algo; con un añadido, como el poder entrar en la Iglesia, al coro, para posibilitar momentos íntimos donde se puede dar el silencio, la oración, el canto (en varias ocasiones algún peregrino se le ha oído cantar en la iglesia desde el "Ave María" hasta gregoriano). También los curas que han pasado por el albergue han tenido la posibilidad de celebrar la eucaristía.

-Una hospitalidad acogedora, como creo lo hacen en la mayoría de los albergues, intentando solucionar al peregrino los  problemas, que no son pocos, que le vayan surgiendo. Ello da fe nuestro libro de visitas.

-La posibilidad de descansar en la terraza de la huerta, poder pasear en ella y contemplar la plantación que un grupo de jóvenes de Estella  realiza en cultivo ecológico.

-Creemos que es fundamental mantener el cierre del albergue a las 22:00 horas, aunque ello no siempre guste a algún peregrino, principalmente grupitos de peregrinos. Posibilitando la entrada al albergue después de esta hora puede ocasionar molestias al peregrino que ya se encuentra descansando  para al día siguiente continuar con su camino.

¿Qué significa Estella en el Camino de Santiago?

Dicen por aquí los entendidos y amantes del Camino, que Estella se hizo por y para el Camino de Santiago. Dispone esta ciudad de una de las más antiguas cofradías de Santiago, anterior al año 1174 fecha en que el obispo pamplonés Pedro de París concedió a las cofradías de Santiago la iglesia de santa María del  Poy, después del Puy. La cofradía fue disuelta en 1323 a causa de pendencias con otra cofradía estellesa.

Posteriormente, surgió en el siglo XVIII otra cofradía de Santiago que pervivió en el monasterio de San Benito hasta el final de las guerras carlistas en las que la ciudad estellesa fue capital del territorio del Pretendiente.

En Estella se puso en marcha en 1962 la decana de las Asociaciones del Camino de Santiago en España, segunda europea tras París fundada en 1950. El grupo impulsor supo unir el aspecto cultural y académico en torno a las Semanas de Estudios Medievales y de Música Antigua, con el fomento de la peregrinación por los medios posibles en la década de los sesenta. Actualmente la Asociación de los Amigos del Camino de Santiago de Estella regenta el albergue municipal de peregrinos. Desde aquí hasta el portal de Castilla en la muralla medieval, encontraba el peregrino un completo complejo asistencial, comercial y religioso.

En su iglesia principal, San Pedro de la Rúa, cuyo ingreso se hace por empinada escalinata y arco románico lobulado, cuenta con tres naves y otros tantos ábsides. La nave del evangelio está dedicada al patrono de Estella, San Andrés. El motivo de la declaración del patronazgo tiene que ver con el Camino de Santiago hacia 1270.

Otra advocación que se repite en el Camino de Santiago es la de Nuestra Señora de Rocamador que podemos ver en Sangüesa. La basílica de Rocamador en Estella, atendida por frailes capuchinos, cobija una imagen mariana de ese nombre con caracteres románicos claros. Parece que fue Sancho el Fuerte quien en su solar de la carnicería estellesa mandó edificar hacia 1200 la iglesia que cuenta con ábside del XII, sobrio pero bien ornado de canecillos. El origen de esta devoción mariana tiene que ver con el haberse encontrado en 1166 en Francia el cuerpo de San Amador, tenido como criado de la Virgen. Dado el lugar rocoso del hallazgo en Querey, se le dio el nombre de Rocamadour con el que se ha proyectado después.

El auge de la peregrinación y del Camino hace de Estella, objeto de sucesivas ampliaciones con ejes en varios barrios presididos por la efigie señera de sus iglesias respectivas. Es el caso de la de San Miguel y San Juan Bautista.

La protección del Camino no se puede entender del todo sin conocer la labor de las órdenes, es el caso estellés, por ejemplo la orden del Santo Sepulcro, vinculada a la iglesia situada antes de la entrada a la ciudad en el arranque del barrio de Curtidores. El paso del tiempo y el abandono del culto no han conseguido abandonar la buena planta del templo con ábside románico y portada gótica con un apostolado de buenas proporciones acompañan al tímpano con la escena del Sepulcro del Señor, la Aparición de Santa María la Magdalena y la última cena.

La salida de esta cabeza de merindad y ciudad jacobea se hace por la puerta de Castilla o de San Nicolás, junto al crucero contemporáneo con la cruz de Roncesvalles y estrella de la ciudad que contrasta con el sobrio crucero del Franciscano capuchino Rocamador. Un buen monumento en forja y hierro del escultor estellés Carlos Ciriza, instalado al comienzo del milenio representa  el emblema de la estrella, símbolo de la ciudad, abierta en la hospitalidad a los peregrinos que en ella se aposentan.

Ciudad, además, hermanada con San Juan de pie de Puerto, jacobea y hasta 1540 en la órbita de Navarra.

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