La CIC

La CIC

LA CONFERENCIA IBÉRICA DE CAPUCHINOS (CIC)

Los inicios de la Conferencia Ibérica de Capuchinos se remontan al año 1934.

En esos días España atravesaba circunstancias muy difíciles. Los superiores mayores de las cinco provincias españolas se reunían esporádicamente para estudiar la forma de saber cómo afrontarlas conjuntamente y, asimismo, buscar las soluciones mejores a los problemas que, de vez en cuando, se suscitaban.

En el correr de los tiempos, iniciada ya en 1939 la autonomía de los Capuchinos portugueses, por ser en su mayoría nativos, y creada esta nación como organismo independiente de los españoles, los superiores mayores de Portugal comienzan a participar en estas reuniones desde 1959.

Se llamó en un principio "Asamblea de Superiores Provinciales de España y Portugal" APCEP.

Pronto estas siglas, a raíz de la promulgación de las nuevas constituciones dadas a la Orden en 1968, sufren el cambio por las de CIC, que equivale a Conferencia Ibérica de Capuchinos, que es como hoy se conoce.

Las provincias españolas han sido las pioneras en la Orden Capuchina de la creación de una entidad que, con el tiempo, ha sido sancionada por sus mismas leyes, imponiéndola en la legislación creada en el dicho año 1968. Actualmente, las Conferencias Capuchinas existentes, en virtud de lo establecido por las dichas constituciones de la Orden, son 19 y están distribuidas por todo el mundo.

La finalidad de esta institución, como determina el número 131,1 de las referidas constituciones es la de "promover la cooperación tanto de las provincias, viceprovincias y custodias entre sí, como con las Conferencias episcopales o las Uniones de superiores o superioras mayores, para tratar los asuntos que vayan surgiendo y garantizar, en lo posible, la uniformidad de gobierno".

Precisamente, fue todo esto lo que movió a los ministros provinciales de España a aunar conjuntamente sus esfuerzos para lograr un mayor entendimiento en el logro de sus competencias.
 

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