Martes 4ª semana Tiempo Pascual

San Jorge

Primera lectura: Hechos 11, 19-26

Se pusieron a hablar a los griegos, anunciándoles la Buena Nueva del Señor Jesús.
 


Salmo: 86, 1-3. 4-5. 6-7

R/. Alaben al Señor, todas las naciones.
 


Evangelio: Juan 10, 22-30

Se celebraba aquellos días la fiesta que conmemoraba la dedicación del Templo. Era invierno y Jesús estaba paseando por el pórtico de Salomón, dentro del recinto del Templo. Se le acercaron entonces los judíos, se pusieron a su alrededor y le dijeron:
—¿Hasta cuándo vas a tenernos en vilo? Si eres el Mesías, dínoslo claramente de una vez.
Jesús les respondió: —Se lo he dicho y ustedes no me han creído. Mis credenciales son las obras que yo hago por la autoridad recibida de mi Padre. Ustedes, sin embargo, no me creen, porque no son ovejas de mi rebaño. Mis ovejas reconocen mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, jamás perecerán y nadie podrá arrebatármelas; como no pueden arrebatárselas a mi Padre que, con su soberano poder, me las ha confiado. El Padre y yo somos uno.

 


Reflexión:


¿Hasta cuándo vas a tenernos en suspenso?” le dicen los judíos, pidiéndole que, aclare definitivamente su identidad. Y él responde invitan do a analizar sus obras: ellas “dan testimonio de mí”. Si el pastor conoce a las ovejas, solo las ovejas, don del Padre, reconocen la voz de su pastor, “pero vosotros no sois de mis ovejas” les replica. La relación entre pastor y ovejas es recíproca. Jesús es reconocido desde dentro. Y hace una afirmación fascinante: “Yo y el Padre somos uno”. ¿Nos inquieta Jesús? ¿Nos seduce? La respuesta son las obras que hacemos. ¿Son expresión de su seguimiento? Presentado como bandera discutida, él no la ha arriado. Jesús se siente identificado con sus ovejas -¡qué serenidad!-, pero reclama ser reconocido por sus ovejas -¡qué responsabilidad!-. ¿Podemos decir: “Para mí la vida es Cristo” (Flp 1,21), “Todo lo considero basura comparado con el conocimiento de Cristo Jesús mi Señor” (Flp 3,8)?
 


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