Viernes 6ª semana Tiempo Pascual 2ª de salterio

San Juan de Ávila

Primera lectura: Hechos 18, 9-18

Tengo un pueblo numeroso en esta ciudad.
 


Salmo: 46, 2-3. 4-5. 6-7

R/. Dios es el rey de la tierra entera.
 


Evangelio: Juan 16, 20-23a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—Les aseguro que ustedes llorarán y gemirán, mientras que los del mundo se alegrarán; ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en alegría. Cuando una mujer va a dar a luz, siente angustia, porque le ha llegado la hora; pero, cuando el niño ha nacido, su alegría le hace olvidar el sufrimiento pasado y es enteramente feliz por haber traído un ser humano al mundo. Así también ustedes; de momento están tristes, pero yo volveré a verlos y de nuevo ustedes se alegrarán con una alegría que nadie podrá quitarles. Cuando llegue ese día, ya no tendrán necesidad de preguntarme nada.

 


Reflexión:

La ausencia de Jesús se siente. Aún con la certeza de que está con nosotros, el discípulo atraviesa por sendas oscuras y de dolor, que son, por otra parte, las sendas humanas. Pero, la alegría retornará. La resurrección es la alegría del nacimiento a la que hay que incorporarse tras la experiencia dolorosa del parto/muerte. El dolor por Jesús siempre es fecundo. La imagen del parto estaba asociada al dolor y a la alegría, pero después solo quedaba memoria de la alegría. Hoy, que todo se quiere indoloro (también el parto), quizá haya que prescindir del ejemplo, pero no del mensaje: hay un dolor fecundo: el de la cruz de Cristo. El triunfo de Jesús será la causa de la verdadera alegría. En la existencia cristiana hay que asumir momentos de “tristeza” -“Dichos los que lloran…(Mt 5,5)”-.Pero, sobre, todo es Vida.
 


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