Valentí Serra de Manresa

Valentí Serra de Manresa

Fray Valentí nace en Manresa, en el seno de una familia tradicional de ganaderos y payeses.
En 1980 entra en los capuchinos, profesa la Regla Franciscana en 1982 y se ordena sacerdote en 1987 en el convento de Arenys de Mar.
Es doctor en Historia por la Universidad de Barcelona, colaborador científico de la Facultad de Teología de Cataluña y, entre otras colaboraciones participa en un programa de radio (Remedios de Fraile en Radio Estel) en el que se trata sobre las tradiciones y beneficios que ofrecen las hierbas medicinales.
Además es archivero de los capuchinos, tiene numerosos artículos y colaboraciones en diferentes publicaciones científicas e históricas.

¿Cómo conoce y entra en contacto con los Capuchinos?
En Manresa, mi ciudad natal, donde había convento de capuchinos, al empezar a concretar la respuesta a mi vocación religiosa, entré en contacto con los frailes que, por su hábito y sencillez de vida, ya desde mi infancia, siempre me habían causado una gran fascinación.

¿Qué tareas desempeña en el convento?
Toda mi formación inicial (postulantado, noviciado y estudios) los realicé en el convento de Arenys de Mar, donde, además de cursar los estudios esclesiásticos estaba al cuidado del jardín, sacristía y biblioteca, funciones que a fecha de hoy, más o menos, sigo desempeñando en el convento de Sarriá de Barcelona. Cuido el jardín del claustro interior, hago algunas suplencias en la sacristía, cuido de la biblioteca Hispano-Capuchina y del archivo histórico. El ministerio pastoral (atención al confesionario y misa vespertina) lo realizo desde hace más de 25 años en la Basílica de la Purísima Concepción en la calle Aragón de Barcelona.

Usted es un apasionado conocedor del mundo de las plantas y de los beneficios que tienen para la salud.
¿En qué momento de la historia se empiezan a conocer estas propiedades?

Pues se empiezan a conocer en la Edad de Piedra! algunas plantas las usamos sin interrupción desde este lejano período de la pre-historia (como el equiseto, el saúco, en lentísculo, etc.) La tradición monástica conservó y divulgó los antiguos saberes sobre las virtudes y propiedades curativas de las plantas,especialmente Santa Hildegarda. Posteriormente, la tradición franciscana, especialmente los capuchinos, divulgaron estos conocimientos y los pusieron al servicio de los estamentos más pobres y les instruían sobre los usos beneficiosos de las plantas y se las presentaban al pueblo como "Tesoro de los pobres", el regalo de Dios a beneficio de nuestra buena salud.

¿Cómo entra usted en contacto con esta ciencia?
Nací en el seno de una familia de agricultores y ganaderos donde el uso de las plantas (tanto para la familia como para el ganado) era muy habitual. Allí empecé a identificarlas y aplicarlas. Al empezar a publicar a partir de 2010 antiguas recetas culinarias y médicas propias de la tradición capuchina, surgió un inesperado interés mediático que no ha cesado y que me ha obligado a refrescar estos conociminentos, a enlazarlos con la tradición monástica y capuchina y, sobretodo, a divulgarlos de nuevo en publicaciones conferencias y en los medios de comunicación.

¿Qué beneficios aporta para la salud la práctica de la medicina natural?
Evita muchas contraindicaciones. Las plantas hablan nuestro mismo lenguaje --son naturales--  mientras que los fármacos, aunque suelen ser más rápidos y eficaces, pueden ser a la larga más nocivos y, sobre todo, más caros...

Pongamos un ejemplo que pudiera interesar a nuestros lectores…
¿Un remedio práctico para las enfermedades reumáticas?
Hay unos ungüentos preparados por los antiguos capuchinos con bayas de laurel que, aplicados a contra piel, solían ser muy efectivos.
¿Y para la circulación sanguínea?
Pues ya lo indica su nombre, la sanguinaria, la flor de majuelo, etc., pero se debe escoger la planta más adecuada a cada caso, valorar el estado de salud, edad, peso...
¿Y para el estrés?...
Además de ratos de silencio y un buen retiro espiritual (fundamental), tomar lúpulo, pues favorece mucho el descanso y durmiendo bien y rezando cada día para poner en manos de Dios toda nuestra vida, con sus gozos y dolores, desaparece pronto el estrés.

Cuéntenos una anécdota sobre el mundo de las plantas y el bienestar. Algo que le haya ocurrido y desee compartirlo con nosotros..
Pues que mucha gente cree que las plantas entregadas por la mano de un capuchino gozan de más eficacia...

Además usted es el archivero del convento. ¿En qué consiste este trabajo y por qué es importante?
Se trata de conservar y ordenar la documentación antigua sobre la presencia de los capuchinos en Cataluña (que se remonta al año 1578), y a estudiar y divulgar los principales contenidos. Actualmente estoy rescatando antiguas recetas de cocina conventual que he editado en el cuaderno "Cocinar en tiempos de crisis" sobre el arte de reaprovechar los manjares sobrantes, en la línea de lo que pide el papa Francisco en la encíclica ´"Laudato sì", y ahora estoy colaborando en la nueva etapa del famoso calendario "El Ermitaño" que firma "Fray Ramón, ermitaño de los Pirineos", donde desde hace 140 años aparece un astrónomo capuchino  en la portada que, ya en mi niñez, me causaba una agradable impresión y soñaba algun día ser como Fray Ramón.... Y cosas de la Providencia, los resposables del calendario en 2015 vinieron a solicitar mi colaboración....

  • Compártelo!